UNA BONITA RELACIÓN
Correr nunca fue muy lo mío… y tampoco ir al gym. Pero siempre entendí, a base de lesiones, de no progresar, de hartarme, que eran dos prácticas necesarias para los deportes que me gustaban en verdad, la natación y el tenis.
Correr me daba “condición”, mientras que el gym me daba “fuerza”. Ahora entiendo que no son, obviamente, las únicas maneras de lograrlo, pero así lo ví por mucho tiempo.
Luego vino, irremediablemente, la bicicleta. El ciclismo y la fotografía fueron por mucho tiempo la manzana que sabía que no debía comer. Ambos serían un barril sin fondo del que me quería mantener apartado, sabiendo que no lo lograría.
Con la primera cámara, una Canon réflex, y muchos muchos revelados de rollo, llegó la réflex digital con una impresionante calidad de 8 megapixeles (menos de lo que hoy tiene el más barato de los celulares), y los lentes necesarios para poder estar tranquilo, y estuches, tripiés, controles, flash y viajes a tomar fotos. Aunque es un mundo que no termina jamás.
Lo mismo pasó con el ciclismo… un mundo sin fin donde no hay límite. Una bici, otra, en la mira otra más. Aluminio, tijera de carbono…cuadro de carbono ¿por qué no?… ropa, cascos, rompe vientos. Mejor condición para aguantar más tiempo en la bici y más fuerza para aguantar subidas más pesadas… correr y gym.
Pero con el nuevo objetivo, las cosas han cambiado y el correr y la bici se están convirtiendo no uno en apoyo del otro, sino en ejercicios complementarios…por lo menos en esta etapa.
Si el objetivo es crear una base sólida para los entrenamientos que vendrán, el combinarlos (entrenamiento cruzado le llaman los que saben), hace que mientras un grupo de músculos descansan, otros se ejercitan, pero sobre todo, el corazón se entrena, y el mejor entrenamiento para el corazón es la variedad. Días de entrenamiento suave pero constante combinados con cortos pero de gran esfuerzo. Sesiones donde se juegue con diferentes ritmos y esfuerzos. En eso me debo concentrar por el momento.
El haberme convertido en ciclista urbano me permite hacer el descanso activo tan recomendado en los entrenamientos.
Ciclismo y carrera, al final, son una bonita relación.
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