ESCENAS
No dormir bien por la emoción y el tener que madrugar
Checar todo 5 veces.. llaves, ropa para la carrera, ropa para después de la carrera, dinero, cel y reloj con pila, comida para el desayuno, agua, gatorade.. todo... varias veces.
Levantarse y salir todavía de noche, con frío
Llegar a varias cuadras del punto de salida, muchas.. a dos kilómetros porque ya no hay lugar y las calles están cerradas.
Caminar en calles llenas de corredores, todos emocionados, en grupos, tomándose fotos, encontrando amigos... emoción... nervios.
Acercarse al punto de salida, cada vez más gente, ya hay poco espacio... se acerca la hora... todavía hay que encontrar el lugar.
Ya es la hora!.. palabras de los organizadores, el himno nacional, aplausos, gente moviéndose en su lugar para no perder el calentamiento.
Finalmente caminar hasta la salida en bloque... y correr!
El recorrido en un evento tan grande, tan concurrido y tan mediático esta lleno de gente haciendo valla prácticamente a lo largo de los 21K y metros más que mide la carrera.
En mi mente, separada ya de mis piernas, pienso que se podría hacer un libro solamente con las fotografías de las escenas que se ven a los lados de la carrera. Sería un libro muy bonito, formato grande, papel de buen gramaje, casi todo en blanco y negro, aunque hay fotos tan llenas de colores que no se podrían desperdiciar... pasta dura. Sería un libro que seguramente traería fuertes recuerdos a cualquiera de los 25,000 corredores que formaron parte del evento. Los niños esperando a ver, por dos segundos, a su papá o mamá pasar frente a ellos; los padres esperando ver a los hijos; las pancartas de ánimo, muchas de ellas verdaderamente ingeniosas; la gente que debe haber terminado con la mano morada por extenderla "para dar energía" a los corredores; disfraces; gritos; música.. mucha música.
La foto que no tomé al cruzar, ya de regreso, frente a la fuente de petroleos, donde la calle es curva, la perspectiva se abre y el sol pega fuerte de frente sobre el río de corredores.
Las subidas pesadas, las decenas de personas repartiendo agua, gatorade, dándo ánimos, el adoquín del bosque de Chapultepec... ese maldito adoquín que pega cuando uno ya lleva dos horas encima.
... y luego, ver el Ángel y saber que ahí es la meta. Está por terminarse! Y eso da gusto, da energía y da, de cierta manera tristeza, porque el recorrido en verdad se disfrutó.
Alguien puso la foto de la medalla con la frase "fuiste bonito", así fue.
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