Cerrar ciclos y abrir nuevos.
Terminó, finalmente, el 2021. Año de contrastes, en un tiempo de contrastes, un año absurdo, revuelto, sin rumbo o con varios rumbos, pero sobre todo, de mover límites. De esto iré reflexionando poco a poco... a medida que lo vaya masticando, procesando y finalmente, tragando para poderlo digerir. Fue un año difícil. Esta vez sentarse el primero de enero, tranquilo, con un café y buena música, no será suficiente para entender tantas cosas que pasaron.
Es difícil marcar ciclos, y hacerlo en una fecha impuesta es imponer límites en donde no existen; cerrar ciclos que ya se debieron haber cerrado o que aún no están listos para ser terminados... es una acción de imposición tiránica al ser de uno mismo.
Pero así lo haré esta vez...
Ayer fue primero de enero y en realidad fue un día de descanso y no de reflexión... dormir hasta tarde, patinar, leer, comer tarde, leer más.
Hoy empieza el año.
No creo en las coincidencias, pero sí en los signos que parecen serlo. Temprano, con la lectura del primer diario del día, aún en la cama, encontré un artículo sobre los eventos deportivos del año que empieza. Fechas de torneos de tenis, carreras de fórmula 1, las olimpiadas de invierno, el mundial de futbol, las finales de la NBA, y al final, las fechas de los principales maratones que se correrán este 2022. La fecha saltó de inmediato: MARATÓN DE CIUDAD DE MÉXICO...28 DE AGOSTO.
A medida que la fecha se acerca se bien que no la puedo dejar pasar sin un gran festejo. Siempre he pensado en una fiesta de buenas dimensiones, todos mis amigos, familia cercana, música y plática hasta que amanezca. Cumplir 50 años no se debe dejar pasar sin un festejo, en mi opinión.
Pero hoy la fecha y lo que implica fueron uno de esos signos que parecen coincidencia, y no solo porque mi cumpleaños 50 sea el mismo día que el maratón de Ciudad de México, sino porque también aparece en el momento de reflexión para este año, porque aparece en una etapa de reencuentro con la ciudad después de más de dos décadas en un autoexilio, porque aparece en una etapa de necesidad de dejar temas en el pasado para poder tener las manos abiertas para recibir lo que venga de aquí en adelante.
Correr un maratón era una idea que tuve hace 20 años, cuando corría carreras de 10K y terminé un medio maratón (el del DF, precisamente). Pero las lesiones, sobre todo en la rodilla, y la falta de constancia, me apartaron de la idea. Hoy me parece que puede ser la mejor manera de celebrar 50 años.
Temprano le mandé un mensaje a quien, aparte de ser mi mejor amigo, será mi mentor en este recorrido, pidiendo su consejo sobre esta meta. "Sería una estupenda manera de celebrar", me dijo. También que los planes para correr maratones (ha hecho varios), son generalmente de 20 semanas, pero que lo mejor es empezar a correr para que el cuerpo empiece a recordar lo que es correr. Cabe decir que siempre he sido sedentario/activo, es decir, temporadas de ejercicio y temporadas de sedentarismo. Ahora he sido activo desde hace unos meses, pero no corriendo, así que prácticamente empiezo de cero, y solo faltan 238 días para el maratón. Por cierto, 238 es el número con el que empieza mi teléfono.. !otro signo!
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