LA ROPA
Fue ya después del 2000 que tuve mi primera playera con tecnología dry-fit… era un salto cuántico en la comodidad del deportista, incluso del deportista dominguero como yo. Adiós a las playeras de algodón que retienen todo el sudor y después de un rato pesan kilos (sin contar el frío en la espalda). No podía jugar dos sets de tenis sin tener que cambiarme una o dos veces la playera antes de que las nuevas playeras llegaran.
Los tenis para correr ni se diga, ¡otra gran revolución! Desde los pesados, los que se inflaban, los que tenían colchoncito de aire hasta los que tenían un hoyo para meter el sensor que se coordinaba con el iPod. Los de ahora son unos guantes, sin costuras y con suela muy ligera y con amortiguación excelente.
Pero qué decir de los shorts! Desde los cortitos de los ochentas, las licras, los súper enormes de cholo hasta los mixtos con doble fondo. Y es ahí a donde quería llegar. ¡No se debe inventar la ropa para salir a correr!
Hace unos días la mañana estaba sumamente fría, y siguiendo la normatividad de Murphy, los pants estaban húmedos por el lavado. ¿Qué hacer? Pues aguantarse el frío y salir en shorts hubiera sido lo prudente. Pero las pierneras de la bici estaban ahí, tan dispuestas y calientitas, que como no pensar en usarlas con los shorts (¿quién podría notarlo?). Así que innové y salí de shorts y pierneras. Mientras caminaba rumbo a la pista no pasaba nada, pero una vez ahí, a los dos pasos de trote lento, ¡sucedió! Las pierneras se empezaron a resbalar y todo se derrumbó dentro de mis shorts. En friega me las detuve, a medio camino hacia los tobillos, y literal me las subí como medias de vuelta al short… todo eso a medio parque! El camino de regreso, dos cuadras, fueron de lo peor porque no hubo manera de detenerlas en su lugar y me las tuve que detener de regreso hasta llegar al departamento a quitármelas.
Es por eso que ya aprendí que no se debe innovar con la vestimenta…
…bueno, por eso y otra experiencia todavía peor hace unos años.
8.06 Km / 1:00 hr
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