CORRER EN LA CALLE
Insurgentes, Miguel Angel de Quevedo, Universidad, Minerva, Plateros… la ciudad se vive distinto a distintas velocidades. Moverse a pie, en bicicleta o coche nos altera la percepción del espacio. Atravesar las calles a 50 km/hr en coche nos resalta fragmentos de ciudad, el espacio se centra en la perspectiva y perdemos la oportunidad del detalle; por otro lado, recorrer el mismo trayecto a pie alarga, por así decirlo, las distancias. Cada detalle detalle de la ciudad a pie, se vuelve nítido.
Correr la ciudad es otra manera distinta de sentirla. Cambiar de ritmo al subir o bajar banquetas, ir más lento o más deprisa porque un coche va a salir de un estacionamiento o el semáforo está por cambiar a rojo o verde, esquivar el hoyo o saltar el borde…todo eso es lo que se percibe al correr y solamente al correr.
Cuando la distancia del entrenamiento empieza a ser más larga, una pista no es suficiente y lo mejor es recorrer las calles. Pero ese ejercicio mental también se debe entrenar. Aunque sea un recorrido que se conozca, se puede volver fácil o pesado si uno no está mentalmente preparado. Los kilómetros en un recorrido que siempre se hace en coche por sentirlo “muy largo”, nos predispone a bloquearnos, aun cuando la distancia no sea excesiva. Hay que aprender a dominar el trayecto, o mejor aún, a borrar la idea del recorrido que tenemos preconcebida y pensar en “un paso a la vez”.
El ritmo constante del entrenamiento en pista debe cambiarse por el fragmentado de correr en ciudad y eso también debe ser entrenado y dominado, al final del día, las carreras largas son en calle.
Otro punto más para dominar para llegar a la meta.
8.01 Km/ 1:00 Hr
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